El Caleidoscopio

UN CUARTO DE SIGLO

|

Elen

Varios espejos y distintos ángulos para observar los diferentes efectos ópticos que ofrece una misma realidad. Es

la intención de este caleidoscópico rincón que desde hoy se suma a Sevilla Información para aportar otros puntos de vista a esta majestuosa ciudad a la que tanto le queda por avanzar. Sevill

a necesita un impulso tan grande como cuando hace ya 25 años se transformó para abrir sus puertas al mundo con la Expo'92. Pero, en esta ocasión, debe hacerlo sin que tengan que pasar décadas para pagar su deuda.


Nuestro principal foco de atención será esta ciudad abierta, acogedora, divertida, cultural y monumental. Imposible en verano, meteorológicamente hablando, pero necesaria todos los meses del año. Historia viva, más allá de casetas y de farolillos, de ciriales y de incienso, de cornetas y tambores, Sevilla es mucho más que su Semana Grande o su Real de la feria.


En este último cuarto de siglo han cambiado muchas cosas. La ciudad ha recuperado el centro para los peatones, ha estrenado su única línea de metro y ha desafíado a los más rancios atreviéndose con vanguardistas construcciones como las Setas de la Encarnación, hoy indiscutible foco de atracción de turistas, y el rascacielos de la Torre Sevilla. Está por ver de cuánto será la factura y cuánto se tardará en amortizarla.


Pero con un análisis algo más profundo saltan las alarmas: sigue habiendo una tasa de paro que supera en 8 puntos y medio la media nacional. Una ciudad sin soluciones a la vista para combatir la saturación del tráfico que convierte en un infierno sus principales vías de accesos y salidas, sin perspectivas de, en algún futuro remoto, construir nuevas líneas de metro, que ahora resulta que no son imprescindibles como ya tampoco lo es el dragado del Guadalquivir. 



Giralda


También donde nacen nuevas polémicas: si nada lo remedia, por culpa del exceso indiscriminado de veladores en puntos muy concretos y conocidos de la ciudad, pagarán justos por pecadores y una nueva normativa vaciará casi por completo las terrazas de sus calles. Y donde pasan las décadas y continúan conflictos enquistados como el del taxi, con evidentes abusos que todos conocen, pero sobre los que ningún gobierno local ha actuado. Y donde empeora la invasión de heces caninas. No se puede resolver con un empleado de Lipasam detrás de los insensatos dueños de perros a los que poco importa quién venga detrás, y de dudoso éxito es la intención de poner a polícias de paisano a vigilar. Como si los agentes no tuvieran nada mejor que hacer. No estaría mal aumentar la limpieza en los barrios, que también en los más alejados del centro se pagan impuestos.


Material hay, desde luego, para que los grupos políticos presionen y azucen al gobierno. Siempre que la lucha por sobrevivir a las encuestas electorales y las peleas de patio de colegio les dejen tiempo libre para liderar una verdadera oposición útil.


Y el periodismo debe estar ahí y vigilar. El cruel azote de la crisis hace más necesario que nunca la aparición de nuevos medios como Sevilla Información y reforzar los que resisten a su envite, después de que las grandes cabeceras de nuestro país hayan desmantelado las raquíticas redacciones que poco a poco se han ido desangrando con una impotencia que duele. Justo ahora, cuando hay tanto por lo que luchar y cuando hay que hacerlo con más fuerza que nunca. Todo sucede por algo y una misma realidad, siempre, tiene varios ángulos desde donde observarla.